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lunes, 22 de febrero de 2010

Las enfermedades mas extrañas

Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas



¿Suena divertido, no? ¿De qué se trata? Bueno, no es tan divertido enrealidad: como cuando Alicia come la galleta y crece repentinamente,quienes sufren del síndrome de Alice in Wonderland (AIWS) perciben lascosas mucho más pequeñas de lo que realmente son, como si fueranminiaturas. Un vaso les puede parecer del tamaño de un dedal. Estacondición particular se llama Micropsia (o Alucinación Lilliputense),pero también pueden sufrir de lo opuesto -Macropsia-, y ver todo comosi fuera gigantesco, como cuando Alicia bebe de la extraña botella yempequeñece.

La distorsión no sólo afecta a los objetos, si no a la percepción delpropio cuerpo. La persona puede ver que sus manos y cabeza crecen o seachican como si estuviera sufriendo una metamorfosis. Y el síndrome noestaría completo sin la distorsión del tiempo: el paciente ve las cosasmoviéndose más rápido o más lento que lo normal.

Ambas distorsiones, Micropsia y Macropsia, no ocurren en la vista, sino en el cerebro, y de esta manera también suelen afectar al resto delos sentidos, aunque no está muy claro cuáles son sus orígenes, ygeneralmente aparecen asociados a diferentes afecciones (migrañas,virus, epilepsia, alcohol o drogas psicoactivas). En cualquier caso, noparece ser una enfermedad muy grave y el tratamiento es similar al dela migraña.


Muerte de risa



¿Alguien recuerda el caso de la película Mary Poppins, donde un tiporíe hasta salir volando y morir? Bueno, esto no tiene nada que ver, es muy serio. Las personas con la enfermedad de la "muerte de risa" o Kuruse caracterizan por tener repentinos ataques de risa descontrolada, setropiezan, se vuelven bizcos, dicen cosas sin sentido y finalmente semueren. Bueno, puede ser un poco gracioso para quien lo ve desde afuera.

Esta enfermedad parece exclusiva de una tribu de Papúa Nueva Guinea. Ladramática muerte de risa se incubaba en el tejido cerebral de losafectados, en el que se encontró extraños agujeros producidos por unaespecie de proteína llamada Prión, también responsable de otrasenfermedades extrañas, como el Insomnio familiar fatal, queprácticamente mata de sueño, y el famoso Síndrome de las vacas locas,entre otras. No existen vacunas contra los priones porque no estánvivos, no son virus si no simples moléculas que se meten en elorganismo como balas microscópicas.

Estos priones estaban matando de risa a toda la tribu de Nueva Guinea,hasta que, en 1976, el médico Carleton Gajdusek le sugirió queabandonaran la sana costumbre de comerse a sus familiares difuntos paraincrementar la propia sabiduría... Al principio se le rieron en lacara, pero luego acataron la idea; la enfermedad cesó de inmediato yGajdusek recibió un premio Nobel de medicina.

 
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Síndrome del Acento Extranjero



Las personas que sufren de este síndrome, de repente comienzan a hablarcon un acento de otro país, o al menos eso le parece al que oye, porque en realidad el acento no corresponde a ningún lugar y es una simple distorsión del ritmo y las melodías de la pronunciación. Por ejemplo,uno de los primeros casos documentados fue el de una mujer noruega queen plena segunda Guerra Mundial comenzó a hablar con acento alemán. Sinduda la pesadilla de cualquier espía. Esta pobre mujer fueinmediatamente desterrada de su país (podría haber sido peor).

No se sabe bien qué lo origina, aunque se cree que el cerebelo estáinvolucrado. Muchos de los afectados desarrollan distintos acentosluego de algún tipo de ataque cerebral, como en el caso de LindaWalker, quien luego de un infarto empezó a hablar con acentosjamaicano, canadiense, italiano y eslovaco, según decían susinterlocutores.

las personas con el Síndrome del AcentoExtranjero se dan cuenta de sus incoherencias y pueden intentar imitarel acento de los demás y así pasar más o menos desapercibidos, aunqueno les resulta nada fácil. 



Fibrodisplasia Osificante Progresiva



Estas tres palabras significan que el paciente se transforma lentamente en puro hueso, básicamente. Como por obra de Medusa, los tendones del cuerpo comienzan a endurecerse hasta quedar completamente rígidos; lomismo ocurre con los músculos y otros tejidos, hasta que la personaqueda paralizada y apenas puede respirar. Lo peor es que el proceso deosificación suele durar décadas y no hay nada que hacer al respecto. Elcuerpo del paciente se vuelve su propio ataúd, que además es muydoloroso: las costillas y las vértebras de la columna se sueldan entresí y el esqueleto comienza a extenderse con ramificaciones como sifuera un arrecife de coral.

Lo curioso es que el proceso por el cual se multiplica el hueso extraes el mismo que utiliza el organismo para reparar un hueso normalcuando se lastima; es como si creyera que todo el cuerpo estáfracturado, e intenta arreglarlo.

La FOP afecta a unas 2.500 personas en el mundo, y no existe aúntratamiento para esta extraña enfermedad. Sin embargo, uno de los casosmás notables es el de Harry Raymon Eastlack Jr, quien sólo podía moverlos labios y antes de morir donó su esqueleto a la ciencia para queinvestigara la enfermedad, y se han hecho varios avances identificandoal gen responsable de esta mutación.



Pica



"La Pica es, según el Manual diagnóstico y estadístico de lostrastornos mentales (DSM), un trastorno de la ingestión y de laconducta alimentaria", o sea que es el Síndrome de Rafa Gorgory.Afectando mayormente a niños, este extraño malfuncionamiento de lamente incita a las personas a comer pintura, tiza, cenizas decigarrillo, pegamento y papel, entre otras sabrosas cosas.

Esta conducta es normal hasta el año de vida, pero luego se tornaproblemática. Incluso pueden echarte del restaurante si te atrapanlamiendo el cenicero. Pero debe haber alguna buena causa para la Pica,y aparentemente estaría relacionada con la necesidad del organismo deingerir ciertos minerales que están faltando en su dieta. Esta y otrasteorías no están comprobadas y la causa sigue siendo misteriosa, perose sabe que en África, por ejemplo, la tierra se vende como productocomestible ya que tiene varios efectos saludables: desintoxica, esdigestiva y es un buen suplemento nutritivo, especialmente en casosdonde la gente no tiene otra cosa para comer.

Es decir que en ciertos casos esta horrenda anomalía podría llamarsesimplemente Hambre, pero también se da en gran cantidad de mujeresembarazadas, apareciendo con la fuerza de un antojo normal. Suele durarmeses e incluso más allá del parto. Dos casos para resaltar: el caso deun hombre de 62 años que llegó al hospital con dolor de estómago y quese descubrió que la causa eran 650 dólares en monedas, que eran sólo elcambio de lo que había tragado durante diez años; y el caso no menosespectacular, en el año 1642, de la mujer que vomitaba ranas,presuntamente por haberlas ingerido antes...

síndrome de Capgras



Este mal ocasiona que la persona esté firmemente convencida de que unode sus familiares está siendo reemplazado por alguien físicamenteidéntico (aunque reconoce perfectamente al resto de las personas).Recientemente la película The brøken (bastante interesante) utilizóesta enfermedad en su argumento.

El nombre viene de su descubridor, el psicoanalista Joseph Capgras,quien notificó el primer caso conocido: el de una anciana que de prontocreyó que un impostor había suplantado a su marido... Primero se negó adormir con él, y al día siguiente fue a denunciar la conspiración a lapolicía, donde fue atendida por el Jefe Górgory de turno, quien laderivó al mencionado psicólogo.

Este síndrome es muy raro, generalmente asociado a personasesquizofrénicas o con lesiones cerebrales, y no se ha esclarecido aúnsu causa, pero su estudio sirvió al menos para comprender algo de lamente: un experimento demostró que a pesar de que la persona cree noconocer al supuesto impostor, sí lo reconoce a nivel subconsciente,conoce la cara pero no le despierta los sentimientos habituales porella, lo cual sugiere que hay dos mecanismos paralelos involucrados enla percepción de familiaridad: el reconocimiento visual, consciente,que funciona bien en estas personas, y otro reconocimiento másabstracto que evoca el pasado asociado a ese rostro y que a estospacientes les dice que "algo anda mal", a pesar de que no puedenidentificar qué es.



Síndrome de Fregoli



Parecido al anterior, pero al revés: la persona afectada cree quediferentes personas son en realidad una sola que va cambiando deaspecto y actuando distintos roles, todo para engañarla con algún finmisterioso.

En ciertos casos, el síndrome de Fregoli puede estar condimentado conuna buena dosis de imaginación, como en el de una una mujer de 27 añosque creía estar siendo perseguida por dos actores que conocía de unaobra de teatro y que robaban repentinamente y con gran habilidad laapariencia de sus amigos y familiares.

El nombre de la enfermedad conmemora las hazañas del actor LeopoldoFregoli, quien tenía una admirable capacidad para hacer veloces cambiosde vestuario en vivo. También podría llamársele "el síndrome de SarahConnor y el T-800" (aunque no pienso explicar por qué).

Una variante de este síndrome -paramnesia reduplicativa- enfoca eldelirio sobre sitios en lugar de personas, haciéndole creer al afectadoque una casa o una ciudad entera ha sido completamente recreada en otrositio alejado, y que él, obviamente, se encuentra dicho duplicado. Lomás parecido que puedo imaginar es la sensación de deja-vu, aunqueobviamente esto debe ser un poquito más espeluznante. Podría llamárseletambién "el síndrome de Jim Carrey", en honor a The Truman show...



Síndrome de Diógenes





Diógenes, como todo el mundo sabe, fue un filósofo griego que vivía enun barril, pero, a diferencia del Chavo del 8, no decía el mismo chistemás de 50 veces. Este asceta dedicó su vida a pregonar eldesprendimiento de todo deseo -incluidas las tortas de jamón- para asívivir sin necesidades. Claro, nunca se dio cuenta de que él mismo teníala más grande necesidad de vivir en la miseria.

Como sea, en honor a Diógenes se bautizó con el mismo nombre a unaafección mental generalmente vista en personas mayores, las cuales seaislan del mundo, descuidan toda higiene y cuidado personal yfrecuentemente terminan cayendo en la indigencia a propósito o pordesgano.

Lo más extraño es que estas personas no suelen ser pobres pero creenque lo son; incluso llegan a ahorrar grandes cantidades de dinero, alcual creen siempre escaso, y juntan basura, a la que consideran deutilidad, sin llegar a saber nunca el verdadero valor de cada cosa -sies que alguien lo sabe-.

Este síndrome no suele perjudicar a nadie más que al afectado, exceptocuando deviene en una variante conocida como Síndrome de Noé, cuando lapersona colecciona animales y los mantiene en pésimas condiciones deabandono que generalmente los conducen a la muerte.

Diógenes al menos pensaba; sostenía que la pobreza era la más elevadavirtud -y quizá tenía razón, ya que es el estado natural del Hombre yde toda criatura viviente-, pero vale remarcar que la pobreza puedeconducir a la libertad pero también a la esclavitud, a la humildad perotambién al hambre y a la soledad pero también a la discriminación... yaque mientras unas suelen reconfortar, las otras matan.



Síndrome de Estocolmo



Este es un clásico del cine: se da cuando una persona es secuestrada yse pone voluntariamente del lado del secuestrador. El nombre provienede cierto asalto a un banco de Stockholm, Suecia, en el que los rehenesconvivieron con los secuestradores durante seis días... Al salir, nosólo se negaron a testificar contra ellos si no que uno de los rehenesse casó con una de las secuestradoras (tras que ésta terminara sucondena).

Tal vez estas personas proyecten en sus captores una salida emocional ala usualmente monótona vida diaria, como suele tenerla hacerla todo elmundo. O quizá simplemente tengan ellas también un alma malechora, comolo ilustraría el caso extremo de Patty Hearst, hija de unmultimillonario, quien luego de ser raptada se unió a la banda desecuestradores.

Este síndrome suele darse también en situaciones mucho más normales ycotidianas, al punto en que cada persona termina queriendo a la otra,mientras una sale a trabajar y la otra cocina, lava y plancha, a vecesdurante décadas. Para pensarlo...

Lo opuesto a esto es el Síndrome de Lima, cuyo nombre proviene de unfamoso un episodio en Lima, Perú, donde los secuestradores fueronliberando uno a uno a sus 800 víctimas, hasta que se quedaronprácticamente solos y fueron asesinados.



Síndrome de París



Seguimos con las capitales, esta vez la de Francia, aunque el nombre esun poco confuso ya que la enfermedad es exclusiva de los turistasjaponeses... Parece que cuando un nipón recorre medio mundo para ver elfamoso pene metálico de Eiffel, es muy propenso a tener una repentinaparanoia que termina en depresión y le obliga a volver a su país oincluso a suicidarse.

El síndrome de París es una especie de shock producido por el encuentrode dos culturas muy diferentes, aunque se ignoran los detalles que lodisparan. Probablemente, los japoneses idealicen tanto a la ciudadfrancesa -a la cual sólo conocen por películas- que esperan ver en suscalles a Amélie correteando de un lado al otro, y luego la realidad lescae encima con la poca gracia que tiene una metrópoli occidental:tráfico desquiciado y gente gritando en cada esquina.

Este mal es tan común que la embajada japonesa tiene una oficinaabierta las 24 para atender a sus víctimas. Y, a pesar de que logrenregresar rápidamente al lado respetuoso del mundo, la tristeza a la quese someten en París les crea un trauma muy difícil de superar.

Algo parecido puede pasarle a inmigrantes de cualquier nacionalidad,que tras haberse establecido en un país ajeno comienzan a sufrir unintenso estrés. Este es el Síndrome de Ulises, y, a diferencia del deParís, suele tardar años o décadas en aparecer.

La buena noticia es que si algún día filman una película titulada "Un japonés en parís", no va a ser demasiado larga.



Síndrome de Stendhal



Otra enfermedad psicosomática, esta vez en honor al célebre escritorparisino Stendhal, quien, cansado de caminar esquivando japonesesdesmayados, decidió tomarse unas vacaciones en Italia... y allídescribió los efectos de su experiencia: sensación de ahogo,taquicardia, mareos, confusión, desmayos y alucinaciones... pero no encualquier circunstancia, si no exclusivamente al observar una obra dearte.

Hoy, el síndrome de Stendhal es muy común, sobre todo en aquellossitios que visitó el escritor -Florencia y Nápoles-, cunas del arterenacentista. Al parecer, la enfermedad es desencadenada sólo por laexposición prolongada a una gran belleza (por eso no pongo más fotos demí).

Sobredosis de belleza... ¿Quién hubiese pensado que la belleza podíaenfermar? Tal vez uno se sienta insignificante ante ella, o el mundocircundante le parezca luego opaco e irreal, como puede pasar tras elefecto de algunas drogas. Nadie dijo que fuera fácil soportar elimpacto la expresión milenaria de tantas almas inmortales.

Algo más raro: sólo los italianos y los japoneses son inmunes a esta enfermedad. Que los nativos lo sean, no es sorprendente, porque-imagino- que serán un poco a prueba de arte, gracias a la desensibilización que produce la cotidianidad, pero, ¿y los japoneses,tan sensibles a la tierra de Stendhal pero resistentes a Italia? ¿Seráporque no miran con los ojos, si no con la cámara de fotos?



Síndrome de Cotard



A mi parecer, el más extraño de los delirios: la persona cree que semurió o que sencillamente nunca existió. Lo peor es que, al estarmuerto o no existir, obviamente, cree que los coches pueden atravesarlosin dejar moretones o que puede meterse al baño de damas sin ser visto-o al menos esto último me pasaría a mí (pero para develar lo que hacenlas mujeres cuando van juntas; no sean mal pensados)-.

El neurólogo Jules Cotard es responsable de descubrirlo, aunque lollamó en un principio "delirio de negación", porque los pacientescomenzaban negando la existencia de determinados conceptos, objetos ypartes de sus cuerpos, hasta llegar a negar la propia existencia o larealidad completa.

Según cuentan en Antroposmoderno, una paciente hizo declaraciones talescomo mis piernas y mis manos se volvieron de vidrio, no soy ni hombre,ni mujer, sólo queda la boca que habla, soy incapaz de pensar, soyeterna, en tanto que muerta viva, etc.


Síndrome de la mano ajena



Quien padece este síndrome (también conocido como "de la manoanárquica", pierde la conciencia sobre una o ambas de sus manos y, apesar de que puede sentir con ellas, cree que no le pertenecen. Estas manos intrusas suelen realizar acciones por cuenta propia tales como desabotonar la ropa de su huésped , como si se tratase de un miembro con doble personalidad


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